En forma simple es el contacto con Ein Sof, ahora la tefila no es la pelgaria normal, para eso hay otro nombre: bakashá y la plegaria implica dos entes por separado: uno inferior que le hace un pedido a otro superior.
El término español “adoración” también tiene un equivalente en hebreo, shevaj.
La tefilá comprende ambos , pero ella en sí misma no es ninguno de los dos. Tal vez comunión sea un término más apropiado, en el sentido de unirse en mente y en espíritu con Ha'Shem.
Ninguna de estas palabras transmite el sentido especial de la palabra “tefilá”, así que mejor es optar por usar el original y entender el concepto en hebreo. Cuando hablas con Ha'Shem lo que tienes en el corazón –alabando, bendiciendo, quejándote como pidiendo – estás haciendo tefilá. Se puede hacer en cualquier lugar, siempre y cuando nazca de las inquietudes honestas que albergas en tu interior y de la conciencia de una presencia superior que albergas en la mente.
No basta solo con el pensamiento!
1. Al pronunciar las palabras en voz alta, uno se enfoca mejor en el sentido de su atención.
2. El ser humano es antes que nada un ser hablante.
La tefilá acerca esa capacidad de la persona de hablar a Ha'Shem. Si uno eleva el corazón y la mente, pero deja atrás las palabras, está dejando atrás el ser humano que es.
La tefilá, como una conexión.
La tefilá en su conexión se mueve principalmente de abajo hacia arriba, mientras que la mitzvá y la Torá se mueven más que nada de arriba hacia abajo. La tefilá es reencontrar en nosotros mismos la esencia de Ha'Shem y elevarnos a su contacto no buscando nuestro beneficio egoísta, sino la unidad en medio de la renuncia a la independencia.
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